
El Bocuse d’Or es considerado uno de los certámenes gastronómicos más prestigiosos del mundo. Fundado por el legendario chef francés Paul Bocuse en 1987, este concurso es una auténtica “olimpiada de la cocina”, donde se dan cita los mejores chefs internacionales. Su nivel de exigencia es extremo: solo quienes destacan por técnica, creatividad, precisión y pasión logran hacerse un hueco en esta competición, que a nivel mundial representa el máximo reconocimiento en alta cocina.
En España, la selección para el Bocuse d’Or reúne únicamente a los mejores chefs del país, quienes deben demostrar su talento frente a un jurado compuesto por grandes nombres de la gastronomía. Este año, el chef Daniel García Peinado junto a Rubén Fenollar afrontaron la prueba nacional con entrega y profesionalidad, logrando un meritorio tercer puesto que los consolida como referentes de la cocina española actual.
El desafío no fue sencillo: disponían de 6 horas y 35 minutos para ejecutar un menú de altísimo nivel. Las materias primas obligatorias eran un pagró de alrededor de 3 kilos y un pollo de 2,7 kilos. No solo debían deshuesar, despinar y trabajar con precisión cada producto, sino también transformarlos en un plato principal lleno de sabor y técnica. A ello se sumaba la creación de tres guarniciones, pensadas para sorprender al jurado tanto en el aspecto gustativo como en el visual, presentando todo en una bandeja impecable y armónica.

El resultado fue brillante: una propuesta con identidad, cuidada al detalle, que cautivó al jurado y les permitió alzarse con el orgullo del tercer lugar en un certamen donde cada gesto y cada segundo cuentan.
Este logro no solo reconoce el esfuerzo y talento de Daniel y Rubén, sino que también refuerza su compromiso de seguir aprendiendo, evolucionando y trabajando con la misma pasión. Con humildad y ambición, ya miran hacia adelante con la firme intención de que el próximo año, la experiencia y el esfuerzo acumulado los conduzcan a lo más alto del podio.



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